Otra de las ventajas primordiales de la ósmosis inversa es su uso en la cocina. Los alimentos saben mucho mejor si han sido cocinados con agua pasada por el filtro de ósmosis, ya que elimina completamente el olor del cloro. Los alimentos cocinados con agua de ósmosis se digieren mejor y las digestiones son más cortas lo que redunda en el cuidado de nuestro aparato disgestivo.
Cuando elaboramos un caldo, el agua se evapora pero no los minerales y residuos, los cuales aumentan su concentración en el guiso resultante. Esta concentración puede ser causante de digestiones pesadas y otros problemas digestivos. Además altera el sabor de los caldos y guisos.